viernes, 15 de agosto de 2008

BATMAN ENDS: Vol. 1


HABLA EL JOKER:

Hacía tiempo que un blockbuster como El caballero oscuro no movilizaba una ideología con tanta obscenidad.
Hacía tiempo que la maquinaria cinematográfica no ofrecía un espectáculo tan desoladoramente siniestro a favor del status quo.
Hacía tiempo que el espectador americano no encontraba tantos motivos para expiar sus culpas y sentir legitimadas toda su cobardía e indiferencia ante el cinismo y la criminalidad de sus gobernantes.
Hacía tiempo que un espectáculo grandilocuente no comunicaba con tanta eficacia a las masas el mensaje dominante del poder que las gobierna.
Hacía tiempo que una película de Hollywood no desnudaba con tanto descaro sus opciones políticas.
Hacía tiempo que la industria del espectáculo no intervenía en un proceso político, con las elecciones en el horizonte inmediato, con tan inequívoca intención.
Hacía tiempo que un director (y su equipo de guionistas) no me parecía tan corrupto en sus planteamientos y burdo en sus postulados.
Hacía tiempo que no veía a un derechista extremo gozar con tanta impunidad como a Gary Oldman en los planos finales ofreciendo una coartada perfecta para Bush.
Hacía tiempo que no veía representada con tanta evidencia la perversa alianza del capitalismo, la tecnología, la policía y las instituciones políticas. Y el pacto con las masas que las preserva de cualquier instancia crítica.
Hacía tiempo que no veía a una superproducción concebida para el entretenimiento mostrar su condición de cebo para las masas a fin de vender, con mayor cinismo, la mejor justificación y la mayor coartada a la política gubernamental de los Estados Unidos desde el 11 de septiembre.
Hacía tiempo que una película de esta naturaleza no me permitía imaginar al presidente de la corporación militar y económica más poderosa del mundo (USA) debatiéndose con creciente placer antes de poder decidir con qué personaje de la triple alianza del bien se identifica más (¿El hombre murciélago? ¿El fiscal de doble cara? ¿El poli intachable?). A menos que, en su fuero interno, se identifique con las maniobras del Joker...
Hacía tiempo que una trama de ficción cinematográfica no enhebraba con tanta prosopopeya como incoherencia todos los dilemas de la sociedad y el poder americanos.
Hacía tiempo que el cine de masas no producía una película de este calibre presupuestario con la intención no de forrarse, que es la finalidad habitual de este tipo de subproductos, sino de lavar la conciencia moral de su público (las culpas ocultas del americano medio; los juicios negativos y el desprestigio del extranjero respecto de éste).
Hacía tiempo que no veía tanto cinismo sociopolítico exhibido en una pantalla de cine ante un público tan entusiasta.
Hacía tiempo que no veía una aplicación tan chapucera de la “paradoja del prisionero” para demostrar la bondad moral e ingenuidad política de los ciudadanos como en las secuencias paralelas de la fallida (auto)voladura de los
ferries. Esa bondad e ingenuidad mismas, como virtudes públicas, son la justificación final de la necesidad de preservar la discreción sobre las actividades clandestinas del poder (torturas, detenciones, violencia, asesinatos, etc.).
Hacía tiempo que en esto el cine no contradecía tanto a la realidad. Todo el mundo sabe que para el poder que controla todos y cada uno de nuestros pasos en cuanto ingresamos en los espacios vulnerables (aeropuertos, estaciones, edificios oficiales, etc.) somos un terrorista en potencia, sin distinción, y eso legitima cualquier acción que se realice sobre nosotros para forzar nuestra confesión o reconocimiento.
Hacía tiempo que no veía a un superhéroe encarnar a un líder corporativo con tanta convicción.
Hacía tiempo que no me reía tanto viendo al capitalismo americano exhibiendo sus "superpoderes" para derrotar en su propio territorio a la pujante economía asiática.
Hacía tiempo que no me reía tan poco viendo a la mafia reducida al papel de comparsa de los poderes locales.
Hacía tiempo que no veía un triángulo amoroso tan anodino representar una alianza política tan decisiva.
Hacía tiempo que no veía representado con tanto desparpajo como indiferencia qué poco cuentan los personajes femeninos en las tramas que más interesan al público mayoritario.
Hacía tiempo que no me reía tanto viendo cómo una película se atiene a los criterios de la corrección política (mediática y académica) para refrendar la política de los supuestos enemigos de la corrección política (republicanos y neocons).
Hacía tiempo que no veía el rostro del mal retratado con tanta eficacia como instrumento del bien.
Hacía tiempo que la cultura de masas no daba una imagen de servidumbre política tan elocuente y desoladora.
Hacía tiempo que el público español, como súbdito del imperio, no me parecía tan gregario, consumiendo un producto sacralizado por el público americano con una reverencia digna de mejor causa...

Postdata: Si El caballero oscuro (The Dark Knight), en vez de ser una aparatosa fantasía sobre el orden establecido y los mecanismos de su constitución concebida por los más obscenos servidores del mismo, fuera un referéndum sobre política coyuntural (dado que, en sólo dos semanas, ya ocupa el # 3 del ránking de popularidad de IMDB), Obama en Estados Unidos y, como secuela local irrelevante, Zapatero en España, serían vapuleados en intención de voto por las huestes masivas que avalan la política de Bush y los neocons y sus diversos aliados transatlánticos al aplaudir el discurso propagandístico (políticamente execrable y estéticamente fascinante, si se quiere) de esta siniestra película. Probablemente la más siniestra fábula filmada a mayor gloria del "bien" absoluto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Joder Álex... ahora mismo te estoy aplaudiendo.
Pero no demasiado, no te lo vayas a creer.

Por un momento tu opinión me parecía de "vamos a cargarnos lo que le gusta a la gente, sólo para hacerme notar".

Pero no. Lo has clavao todo todito. Yo salí del cine indignado, sin saber exactamente porqué, pero me sentí estafado como nunca, casi de mala leche. Hasta hubiera roto los carteles de la peli a patadas.
¿Que violento no? Bueno... es que además la compañía no era muy grata... (los palomiteros y sorbe-colas, en grupos de cien, me molestan, pero como soy una minoria... me jodo.)

En fin, que me puse en blogs y fórums de frikis (como yo) y me encuentro eso de "Obra Maestra"... ahí ya me empezé a preocupar por mi salud mental.
En mi cabeza solo resonaba la frase "pero si es un puto truño de pleícula" o "una estafa a nivel planetario". Mis valoraciones fueron más bien técnicas y de fidelidad al personaje. Como película, no se aguanta por ningñun lado... es que le falta lo más básico de un guión... hasta parece que hayan querido confundir a la gente con una trama retorcida y absurda para que parezca algo complejo y profundo. Y ya ves, todos como gilipollas, perdón a los de mi especie, echando flores a los responsables.
En cuanto a la fidelidad... bueno, me da pereza entrar ahí... pero más bien me pareció James Bond con traje de flipado. Otro colega me dijo que parecía la Jungla de Cristal... ya le gustaría.

Bueno, disculpa la directa, pero es que me lo has puesto a huevo.

Felicidades por todo tu trabajo.